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lunes, 10 de mayo de 2010

La radio, un mundo imaginario y sonoro


Por Daiana Sotelo 3º Año “C” Polimodal

Cuatro jóvenes iniciadores- los estudiantes de Medicina Luis Romero, César Guerrico, Miguel Mujica y el doctor Enrique Susini- instalaron en la terraza del Teatro Coliseo una pequeña antena con la que realizaron la primera emisión de radio. Por dicho suceso, estos pioneros recibieron el nombre de "Los locos de la azotea".
Radio Argentina fue la primera en utilizar una primitiva forma de lo que hoy consideramos "lenguaje" de la radio; también lo fue con respecto a la continuidad cotidiana, y la primera que se propuso llevar espectáculos culturales a un público que normalmente no tenía acceso a ellos. Fue la única en el aire local hasta diciembre de 1922. Durante este mes y en tres días consecutivos, aparecieron las primeras competidoras: Radio Cultura, Radio Sud América y Radio Brusa.
El 14 de septiembre de 1923 fue el primer evento deportivo transmitido por radio en nuestro país.
Los programas humorísticos conformaban con los radioteatros, las audiciones musicales (básicamente dedicadas al tango y al folklore) las transmisiones deportivas y los servicios informativos el núcleo de las transmisiones. Esta pauta artística, hegemonizó desde mediados de los años treinta hasta la finalización de la década del '50, los contenidos de las principales estaciones de radio.
Después de la década del 60 en que la radio sufrió el surgimiento de una fuerte competencia, la televisión; comenzó una amplia oferta de servicios, con mucha música grabada, entrevistas a personas en la radio, información instantánea y sonidos y efectos elaborados, que hizo que la radio supere su complejo de inferioridad con respecto a la televisión.
A partir del golpe de Estado de 1976, la censura y las prohibiciones fueron moneda corriente en la radio, como en todos los medios de comunicación.
Con el retorno a la democracia en 1983, los medios recuperaron la libertad de expresión. Después de años de silencio, había mucho que decir y la radio se fue transformando en un lugar de información, con un lenguaje más directo y frontal. Durante esta década surgieron en la Argentina las FM comunitarias, las cuales no tenían permiso oficial para transmitir, ya que no existía un marco legal para este tipo de emisoras. Estas buscaban informar acerca de lo local, lo cotidiano y hacer programas que hablaran de lo que sucedía en cada barrio.
En la década del noventa con el fenómeno de concentración mediática, las radios pasaron a formar parte de grupos de comunicación; se vio una tendencia de algunas radios de FM a dirigirse a un público más especifico. Por otro lado las radios AM siguieron apostando a su vieja tradición: programas informativos por la mañana, de interés general por la tarde, y algunos de tono más intimista hacia la noche, sin olvidar el reino absoluto de las emisiones deportivas durante los fines de semana.